El Gobierno considera que la actuación de HIFRENSA dificultó la correcta gestión del Plan de Emergencia Nuclear de la provincia de Tarragona, cuya finalidad primordial consiste en proteger a la población que potencialmente pudiera resultar afectada por un accidente desencadenado en una central nuclear de las existntes en la provincia.

El incidente no tuvo consecuencias radiológicas y fue calificado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica, con sede en Viena, como suceso de categoría 3 en una escala de 7 niveles, y considerado como incidente serio, sin llegar a la categoría de accidente.

Según el informe sobre el caso realizado por el Ministerio de Industria, los responsables de la central violaron la autorización oficial para operarla al no comunicar con tiempo los hechos ocurridos, ya que tararon hasta dos horas en algunos casos, cuando lo normal es hacerlo antes de diez minutos.

Las conclusiones del informe señalaron que, al tratarse de una emergencia real, era necesaria una información completa para que se pusieran en marcha todos los mecanismos de seguridad.

Por su parte, los responsables de HIFRENSA calificaron las conclusiones de excesivas y argumentaron en su defensa que en el incidente no se produjeron víctimas y tampoco resultaron afectados los equipos nucleares.

HIFRENS es una entidad en la que participan las compañías eléctricas Fecsa; Hidroeléctrica de Cataluña, controlada por Hidrola; Enher, integrada en el grupo público del INI Endesa, y Electrécité de France (EDF).

La central de Vandellòs 1, una de las más antiguas de España, fue cerrada en el mes de junio del año pasado.