Así lo trasladan varios miembros del Ejecutivo, que no ocultan cierta euforia por percibir que la “remontada” está servida, a raíz de cierta recuperación en las encuestas e incluso apuntan, con cierta ironía, la posibilidad de recuperar 10 diputados cada una de las casi tres semanas que restan hasta las elecciones del 23-J.

Algunos de los sondeos publicados se realizaron en el momento de mayor tensión de los últimos días entre PP y Vox a cuenta de la negociación para garantizar la gobernabilidad en Extremadura y después del veto expresado por la popular María Guardiola a incorporar en la Junta a consejeros de Vox, y también recogen los efectos de los acuerdos de PP y Vox en ayuntamientos y asambleas autonómicas en las que los de Santiago Abascal se han hecho con puestos de relevancia.

Estas encuestas refuerzan la idea extendida en el PSOE de que a los populares les “pasan factura” sus acuerdos con Vox porque minimizan la aproximación de votantes socialistas o centristas a la opción liderada por Alberto Núñez Feijóo, y reconocen la intención de que los ciudadanos conozcan las “consecuencias” de esos acuerdos.

El PSOE juega sus bazas a que las derechas no sumen porque sabe que si Feijóo tiene que contar con los de Abascal para llegar al Gobierno, eso impide la aproximación de otros partidos políticos del arco parlamentario.