EL GOBIERNO MANTENDRA LA AFILIACION OBLIGATORIA DE LAS EMPRESAS A LAS CAMARAS DE COMERCIO

MADRID
SERVIMEDIA

La nueva Ley de Cámaras de Comercio e Industria, actualmente en fase de anteproyecto, mantendrá la afiliación y cotización bligatoria de las empresas a estas instituciones, a pesar de la petición formulada en sentido contrario por el patronal CEOE.

Esa ley, que sustituirá a la vigente desde 1911, no cambiará el actual estatus, que obliga a las empresas a afiliarse a las cámaras para su sostenimiento económico, según explicó hoy a Servimedia el secretario de Estado de Comercio, Miguel Angel Feito.

La supresión de la afiliación obligatoria ha sido solicitada expresamente por el presidente de la patronal CEOE, José Marí Cuevas, al ministro de Economía, Carlos Solchaga, alegando que conculca el derecho constitucional de libre asociación.

Por otra parte, Feito, que compareció ante la Comisión de Economía del Congreso para para explicar los resultados del comercio exterior, cifró el déficit comercial para fin de año en torno a 3,35 billones de pesetas y el déficit por cuenta corriente en un 2,8 por cien del PIB, aproximadamente 1,5 billones.

Aseguró que el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) no se verá afectado or las restricciones de los Presupuestos del Estado para 1992 y se comprometió a "reforzar los controles de calidad de los servicios que presta este organismo".

FOMENTAR LAS INVERSIONES

Feito anunció la próxima creación de una Dirección General de Inversiones, para intentar conseguir que se mantenga su flujo en el futuro y para que las realizadas en España tengan un carácter más productivo y de mayor contenido tecnológico.

Recalcó asimismo que España debe obtener una mayor tasa de retorno por ls contribuciones que realiza a organismos europeos y multilaterales, como el Fondo Europeo de Desarrollo (FED). Actualmente, la aportación al FED es del 6 por ciento de sus fondos, mientras que los proyectos adjudicados a empresas españolas representan menos del 3 por cien.

En el turno de portavoces, la intervención más crítica fue la de Minoría Catalana, que calificó al ICEX de "máquina burocrática" y se quejó de que este organismo se dedique a explicarle a los empresarios lo que tienen que hacer par vender en el exterior, cada vez que uno de ellos acude a solicitar ayudas.

(SERVIMEDIA)
25 Ene 1991
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