Ramos Mora y Ramos Salvetti (que no son parientes, pese a la coincidencia de los apellidos), aterrizarán a las 7,15 de la mañana en Barajas para terminar de cumplir su condena, en virtud del convenio bilateral firmado entre España y Argentina para el Traslado de Personas Condenadas y el Cumplimiento de las Condenas en el País de Origen, en vigor desde 1992.

Ambos ciudadanos poseen la doble nacionalidad y se criaron en Argentina, según datos facilitados por el senador Díez González. La familia d Joaquín Ramos Mora es de origen gallego, mientras que la de Luis Darío es de Canarias.

Los hechos por los que fueron condenados datan del 24 de enero de 1989, cuando Joaquín Ramos, que entonces tenía 19 años, su hermano, y Luis Darío Ramos, junto a otros compañeros del partido Movimiento Todo por la Patria, deciden, según explica Marta Mora, asaltar el cuartel de La Tablada para impedir un golpe militar diseñado por el coronel Mohamed Ali Seineldin, quien años más tarde reconoció sus intenciones golpstas.

La operación del partido fracasa y 9 de los supervivientes son sometidos a un juicio sumarísismo y siendo fusilados en el mismo cuartel, entre los asesinados se encuentra el hermano de Joaquín, Pablo Martín Ramos, que recibió ocho disparos en el cuerpo y uno en la cabeza.

Sebastián Joaquín Ramos y Luis Darío Ramos fueron condenados a 25 años de cárcel. Junto a ellos, otro hombre, que ahora tiene 69 años, fue sentenciado a 20 años de prisión. Los tres fueron internados en la cárcel de Casero (Buenos Aires).

Según relata la madre de Joaquín Ramos, que ha ido a visitar a su hijo una vez al año desde que fue condenado, la cárcel de Caseros cuenta con 20 plantas y no tiene patio interior. En los 9 años que lleva en esa prisión, su hijo, asegura, no ha salido al exterior y sólo ha pisado el cemento y el hormigón del recinto.

JUICIO AMAÑADO

El juicio por el que se condenó a ambos ciudadanos "fue una farsa desde el principio", según Marta Mora, "pues ya habían sido sentenciados antes de omenzar" el proceso, que estuvo "plagado" de violaciones de los derechos humanos, denunciadas por varias organizaciones no gubernamentales argentinas.

Actualmente, las torturas a las que fueron sometidos los reos y las violaciones de los derechos humanos que se produjeron durante el juicio y de las normas procedimentales del mismo provocó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos denunciara al Gobierno argentino. Actualmente, el caso se encuentra e los tribunales argentinos, sin que por el momento se haya dictado resolución alguna al respecto.

Joaquín Ramos Mora, cuya familia se exilió a España en 1976 por motivos políticos, decidió en 1976 marcharse a Argentina a estudiar, junto a su hermano Pablo, aprovechando la "cambio aperturista" del Gobierno argentino.

Allí, ambos hermanos deciden afiliarse al partido Movimiento Todo por la Patria, donde conocen a Luis Darío Ramos. Esta formación política es "totalmente legal y democrática" y no tiee nada que ver con el terrorismo, según explica la madre, Marta Mora, corrigiendo algunas informaciones publicadas en diversos medios de comunicación que aseguran todo lo contrario.

Cuando entró en vigor el convenio bilateral entre España y Argentina, en vigor desde 1992 y que establece el intercambio de reclusos con el fin de que éstos puedan cumplir sus condenas en el país de origen, la madre de Joaquín Ramos se dirigió a las autoridades españolas, con el fin de que su hijo, y Luis Darío, puedan regesar a España.

INTERVENCION DEL GOBIERNO ESPAÑOL

Así, el 19 de noviembre de 1993, el Gobierno español solicitó al argentino el traslado de Joaquín Ramos Mora y el de Luis Darío Ramos Savetti, pero la Corte Suprema argentina rechazó la petición, quedando aplazada hasta hoy, gracias al empeño del fiscal Plee, que ha tratado de evitar este traslado durante todos estos años.

Joaquín Ramos Mora, que actualmente estudia historia por la UNED, y Luis Darío Ramos Savetti, serán trasladados a la cárcel d Soto del Real, donde continuarán cumpliendo su sentencia, si bien podrán acogerse a los beneficios que otorgue la ley española para casos como el suyo.