La votación se repitió después de que la primera finalizara con un empate con 171 votos a favor y otros tantos en contra. En la primera, los diputados de Junts no votaron y en la segunda dieron su visto bueno tanto a la senda de estabilidad como al plan de reequilibrio, que también había recibido un empate en la primera votación y obtuvo 179 votos a favor y 171 en contra en la segunda.

De esta manera, finalmente salieron adelante estas dos cuestiones, así como el decreto 'ómnibus' y el de las medidas anticrisis, mientras que el decreto que reforma los subsidios por desempleo decayó con el voto en contra de Podemos.

Durante el debate, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendió que votar en contra de los objetivos de estabilidad sería “someter” a las comunidades autónomas y las entidades locales a “una mayor asfixia”.

Sobre el resultado de la votación, indicó que es “muy difícil” justificar el voto en contra de aquellas formaciones políticas que no quieren aprobar los objetivos de déficit público y deuda, en referencia al PP y Vox. “Que estas formaciones se posicionen en contra de esta senda significa menor capacidad de gasto en los territorios”, expresó.

En ese sentido, insistió que los objetivos suponen “20.000 millones más de euros” para las regiones sobre lo que recibieron en 2023, “que ya fue cifra récord”. Asimismo, subrayó el “mayor margen” para este sector y señaló que las autonomías “lo podrán utilizar para mejorar los servicios públicos si así lo deciden” en 2025 y 2026.

Durante el debate Junts y ERC anunciaron que votarían a favor de los objetivos de estabilidad, pero pusieron condiciones y expresaron que darán un “sí condicionado” ya que “no nos gusta lo que hoy nos presentan”, si bien e la primera votación Junts no votó.

“Daremos un sí condicionado a que las cuentas concreten lo suscrito en el acuerdo de investidura”, apuntó la diputada de ERC Teresa Jordà, quien pidió “eliminar la carga burocrática” y “facilitar la inversión pública”. Así, añadió que votarán a favor porque “solo la consecución de un Estado propio podría garantizar que Cataluña dispusiera de todos los recursos que genera”.

Reclamó que los Presupuestos lleven “como mínimo un 19%” las inversiones a Cataluña y recordó que “los acuerdos son para cumplirlos”.

Por su parte, el diputado de Junts José María Cruset criticó que el PSOE “pretende hacer ver que dialogar es negociar” y advirtió de que “mientras quieran hacerlo así están abocados a vivir en la incertidumbre”. Así, defendió que los objetivos de estabilidad “van en contra de Cataluña” y “penalizan a la Generalitat”, por lo que avisó de que no tendrán su voto en las cuentas generales si no hay acuerdos previos.

El resto de socios avanzaron su apoyo. Lo trasladaron durante el debate desde el PNV, el BNG y Coalición Canaria. Estos tres últimos, sin embargo, destacaron que su voto a favor se debe a la intención de continuar con el proceso y llegar al debate de Presupuestos.

PP Y VOX, EN CONTRA

El diputado del PP José Vicente Marí denunció que las políticas del Gobierno están sometidas a la “doble verificación” cada mes. “Es humillante para todos”, dijo sobre el apoyo de Junts al PSOE, e ironizó con que la votación del objetivo de estabilidad “dependerá de lo que quiera Puigdemont, Junqueras y Otegi”.

“También dependerá de lo que quiera Yolanda Díaz o Belarra”, aseguró, por lo que avanzó que votarán en contra ya que los objetivos de estabilidad están “sujetos a la decisión de los socios”. “Le van a apoyar o no dependiendo de lo que obstaculicen la amnistía”, reprochó al Partido Socialista.

El diputado de Vox Pablo Sáez sostuvo que votarán en contra “por la demostrada irresponsabilidad en materia fiscal” del Gobierno. “La deuda se ha incrementado desde que Sánchez es presidente”, denunció, “como excusa para el despilfarro político”.