Hasta ahora, la Iglesia disponía un 0,52% de los ingresos por IRPF que recibía Hacienda de aquellos contribuyentes que marcaban la casilla correspondiente en su declaración, pero además había que hacer una asignación adicional para cubrir los acuerdos entre el Estado y la Santa Sede.

A partir de 2007, en vez del 0,52% actual, la Iglesia Católica recibirá el 0,7% de los ingresos por IRPF, lo que desde el Ejecutivo se ve como un primer paso para la autofinanciación de la Iglesia Católica.

La vicepresidenta dijo que el acuerdo "viene a introducir mayor transparencia al sistema y además vincula los ingresos de la Iglesia católica de manera directa y expresa a la voluntad de los contribuyentes".

El Gobierno, añadió, "entiende que éste es un acuerdo muy importante que sienta las bases definitivas para avanzar en el camino de la autofinanciación de la Iglesia católica en España".