En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Fernández de la Vega leyó una declaración inicial en la que explicó que Peces-Barba ha desarrollado "con éxito" sus objetivos y ha puesto como ejemplo la convención de víctimas de 2005.

La creación del Alto Comisionado ha permitido hacer, dijo, "un diagnóstico completo" de la situación del colectivo de víctimas y de sus familiares, "que no se había podido hacer de manera tan exhaustiva y pormenorizada nunca".

Recordó que Peces-Barba, al que ha definido como "persona extremadamente generosa que no ha cobrado por su trabajo" resolvió "numerosos problemas concretos" de los afectados y por eso, entre otras cosas, cabe calificarle como "excelente gestor".

"De altura moral indiscutible, se marcha con la satisfacción del deber cumplido", concluyó la portavoz del Gobierno sus palabras sobre el rector de la Universidad Carlos III.

Con la marcha de Gregorio Peces-Barba desaparece el Alto Comisionado para la Atención a las Víctimas del Terrorismo, que fue creado en diciembre de 2004 por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez zapatero, tras escuchar el relato que hizo la representante de las víctimas del 11-M, Pilar Manjón, en su testimonio ante la comisión de investigación parlamentaria sobre los atentados de ese año.

Las competencias de este órgano pasan a depender de una Dirección General de Atención a las Víctimas, dependiente del Ministerio del Interior y creada hoy mismo en la reestructuración de este ministerio.