El gasto realizado por España en este proyecto incluye, como principal partida, los pagos a la compañía pública CASA bajo el contrato de desarrollo del avión, con un desembolso total de 48.139 millones.

Otros pagos corresponden a los efectuados a diferentes empresas para el desarrollo del motor, así como los realizados a Inisel, compañía del INI, para desarrollar el radar del avión, lo que exigió una inversión de .237 millones de pesetas.

Las contribuciones a las agencias europeas que desarrollan el avión también tuvieron su coste adicional. Los costes administrativos del consorcio EuroFighter ascendieron a 2.290 millones de peseteas y los del Eurojet, a otros 509 millones.

También fue necesario realizar pagos a agencias españolas, como el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), que cobró 1.777 millones por asistencia técnica y 4.155 millones por la utilización de su Centro de Ensayos de Vuelo. En el proyecto de Avión de Combate Europeo, España participa con un 13 por ciento, frente al 33 por cien del Reino Unido y Alemania, y el 21 por cien de Italia.

Está previsto que España reciba los dos primeros aviones en el año 2.001. A partir de entonces y hasta el 2.013 recibirá siete aparatos anuales, hasta completar los 87 previstos. La aportación total de España a este proyecto es de 854.000 millones de pesetas.