López Aguilar manifestó en la Ser que en democracia es imprescindible mantener las relaciones institucionales, incluso en los momentos de "discrepancia intensa", como es el actual. De esta forma, el ministro respondió a quienes mantienen su negativa a que el presidente del Gobierno reciba al "lehendakari".

Ese imprescindible diálogo institucional, añadió, es compatible con la "expresión rotunda" de un desacuerdo, y el presidente Zapatero lo aprovechará para decirle personalmente a Ibarretxe los motivos por los que su iniciativa es rechazada de plano.

A quienes temen que esa conversación pueda derivar en algún tipo de acuerdo con el Gobierno vasco, López Aguilar les aseguró que el "plan Ibarretxe" es del todo "innegociable" para el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

La iniciativa llegará al Congreso de los Diputados y será "el fin de la historia", sentenció el ministro, que lanzó un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos en el sentido de que el texto aprobado por el Parlamento vasco es sólo una propuesta que no tiene validez mientras no sea ratificada por Las Cortes Generales, algo que no ocurrirá, aseguró.