Esa es la línea por la que deben transcurrir los 1.000 megawatios de electricidad que el Gobierno español acordó comprar a Francia el año pasado para cubrir parte de la demanda energética nacional a partir de 1994.

Desde que se firmó el acuerdo, el Gobierno francés ha dictado varios aplazamientos de la autorización definitiva de las obras, atendiendo a las razones medioambientales expuestas or los ecologistas y la diferencias competenciales entre las diferentes administraciones galas.

El aplazamiento se mantendrá hasta que el Tribunal de Pau setencie, el próximo 23 octubre, sobre un recurso presentado por grupos ecologistas para evitar que la línea pase por el Valle de Louron.

Fuentes del sector eléctrico consultadas por esta agencia reconocen que el nuevo aplazamiento de la autorización francesa puede suponer un retraso en la fecha prevista para concluir las obras, ya que parte deltrazado galo discurre a 2.000 metros de altura, y por las circunstancias climatológicas, el periodo hábil de obras se reduce a unos 4 meses al año.

TRAZADOS ALTERNATIVOS

Los colectivos conservacionistas galos rechazan el paso de la línea por el Valle de Louron y proponen dos trazados alternativos, uno por el Valle de Arán y otro por la localidad de Gavarnie.

Otra posibilidad que plantean es la de construir un esquema de corriente contínua entre los dos países compuesto por una línea aérea de 78kilómetros de longitud y otros 8 enterrados, frente a los 55 kilómetros que contempla el proyecto del trazado francés aprobado.

La instalación consta de dos trayectos, con un capacidad de transporte de 2.000 megawatios. El trazado español, con una longitud de 213 kilómetros, transcurre por Aragón hasta el Pirineo, y las autoridades prevén terminarlo a finales de 1993. El tramo francés deberá enlazar con el español para conducir la energía desde la localidad gala de Cazaril.

Por su parte, las autoidades españolas prosiguen la construcción del tramo que les corresponde y ya han instalado el 70 por ciento de la torres soportes, a pesar de la oposición ecológista que también se ha suscitado en los municipios afectados.

Entre los escollos que deberán superar los responsables de Red Eléctrica Española (Redesa), empresa concesionaria del monopolio de distribución eléctrica, está la construcción del tramo que discurre por el Valle de Gistain (Huesca), sobre el que pesan varios recursos interpuestos ate el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.

En sus denuncias, los conservacionistas alegan que el Gobierno español ha empleado la declaración de interés público sobre el valle para poder realizar el trazado de la línea eléctrica sin problemas y recuerdan a los jueces comunitarios que el área ha sido declarada Zona de Especial Protección para las Aves.