Previamente, el Ejecutivo tendrá que poner fin a los "estudios técnicos actualmente en marcha" para constatar las condiciones de riesgo para la salud en que desarrollan los bomberos su tarea y presentarlos ante la Cámara.

Tras ese proceso, será en la Cámara donde se pacten "las soluciones para la jubilación más adecuada", atendiendo a criterios como la supervivencia tras la jubilación, "los niveles laborales desempeñados a lo largo de su vida o su penosidad, peligrosidad e insalubridad".