Este incremento de la ayuda española vendría depués de que las dos partes en conflicto firmaran las condiciones de paz impuestas por la comunidad internacional.

Junto al ministro de Defensa, Solana explicó en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja la posición española en relación con los conflictos de Irak y Bosnia.

El ministro de Exteriores explicó que el aumento de la ayuda española podría ir dirigido, entre otras misiones, a restablecer los servicios básicos en Sarajevo y otras ciudades bosnias.

Para el jefe de la diplomaia española, el conflicto de Bosnia se encuentra en una situación "particularmente crítica" y su resolución depende "en gran medida" de la respuesta que mañana, martes, dé el líder de los serbios en Bosnia, Radovan Karadzic, a la propuesta de paz de la ONU.

Solana dijo que una respuesta negativa de Karadzic acarrearía un "agravamiento gravísimo" del conflicto y se cerrarían las puertas a la mediación de la comunidad internacional.

El ministro aseguró que no se descartaría, en ese supuesto, ningun posibilidad destinada al uso de la fuerza. En este punto, el ministro de Defensa, Julián García Vargas, aseguró que una intervención militar generalizada en Bosnia está descartada.

García Vargas, que reconoció que la seguridad del contingente español, como la del resto de países de la ONU, es "preocupante", descartó una posible intervención del Ejército del Aire en la antigua Yugoslavia.

Javier Solana remarcó la necesidad de que se alcance una solución "global" al conflicto de Bosnia, a fin de qe no se deje una "inestabilidad crónica" en la zona por el hecho de que no hayan sido satisfechas las demandas de las partes en conflicto.

El ministro de Exteriores insistió en que el "rayo de esperanza" que ahora hay abierto se centra básicamente en la contestación que mañana dé el líder serbio de Bosnia.