El citado decreto de 1988 regulaba la acreditación oficial, fuera de nuestro país, del español como lengua extranjera. Ahora, con la creacón del Instituto Cervantes, el Gobierno ha creído apropiado realizar algunas modificaciones de esta reglamentación.

Las principales modificaciones afectan, en primer lugar, a los ciudadanos de países cuya lengua oficial no sea el español, ya que serán los únicos que podrán obtener este diploma.

Los diplomas podrán ser de tres niveles, en lugar de los dos que se habían establecido con anterioridad: Elemental, Básico y Superior.

La obtención del certificado inicial o nivel Elemental será acredtativo de competencia en la lengua española suficiente como para comprender y reaccionar adecuadamente ante las expresiones más usuales de la vida cotidiana y para comunicar deseos y necesidades de forma elemental.

El diploma Básico será indicativo de suficiente competencia lingüística para desenvolverse en las situaciones corrientes de la vida cotidiana, en circunstancias normales de comunicación, que no requieran un uso especializado de la lengua.

Por último, el diploma Superior acredita un nivl avanzado de la lengua española y un conocimiento de su creación cultural.

Estos diplomas serán expedidos por el Ministerio de Educación y Ciencia, que editará una guía en la que se especifique la aptitud exigida para la obtención de los distintos títulos, así como el carácter de las pruebas.

Estas pruebas podrán realizarse en los centros del Instituto Cervantes, universidades y Escuelas Oficiales de Idiomas autorizadas, centros docentes a través de los cuales se ejerza la acción educativa españla en el exterior e instituciones públicas y privadas con las que se concierten fórmulas de colaboración al respecto.