Esta orden europea, tal y como explicó Piqué en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, permitiría la reclamación, por parte de instancias judiciales y policiales de cualquier país de la UE, en este caso España, de personas acusadas de determinados delitos que se encuentre en otro país miembro.

Actualmente la Comisión Europea trabaja en una definición común del delito perseguible mediante la "euroorden" pra cerrarlo antes de final de año, de forma que se podría poner en marcha el próximo semestre, durante la Presidencia española.

Piqué también expresó su confianza en que se pueda avanzar en el camino que permita extender a toda la Unión Europea los acuerdos que regulan los flujos migratorios, que actualmente son bilaterales.

Dentro del apartado de Justicia e Interior, el Gobierno también confía en que la Presidencia española avance en la creación de equipos conjuntos de lucha contra el crimen y e la redacción del estatuto de los extranjeros residentes de larga duración.

Los objetivos generales esbozados por Piqué para esos seis meses son la continuidad en la construcción europea, la consolidación de lo ya conseguido y el reforzamiento de la identidad de los ciudadanos, especialmente de los españoles, como miembros de la Unión Europea.

EL EURO COMO IDENTIDAD

Para ello, uno de los principales desafíos será la transición ordenada hacia la implantación del euro. En este punto, Piqué subray la intención del Gobierno de adoptar medidas que aprovechen la utilización de esta moneda única como referente de una identidad como ciudadanos europeos.

La Presidencia española deberá avanzar en la redacción de las actas de adhesión de los futuros miembros, y deberá también potenciar las negociaciones con Bulgaria y Rumanía, países que se han quedado atrás en este camino, así como promocionar la candidatura de Turquía.

También será necesario mejorar las relaciones entre la Unión Europea y la OTN, y perfilar el desarrollo de los Quince para prevenir conflictos, gestionar todo tipo de crisis y poner en marcha su potencial militar.

A lo largo de esos seis meses se celebrarán en torno a 72 reuniones al más alto nivel que cubrirán la totalidad del territorio mundial.

La Presidencia española deberá también sentar las bases para la reforma de la política pesquera común, que entrará en vigor en enero de 2003, y de la transición hacia la expiración del Tratado CECA, que legitima actualmente lasayudas a determinados sectores, como el del carbón.

Además, la Unión Europea deberá caminar hacia la creación de empleo de calidad y la lucha contra todo tipo de exclusiones, la armonización y liberalización de las telecomicaciones y la energía, la implantación de la sociedad de la información, el desarrollo del Libro Blanco de Seguridad Alimentaria o la revisión de varias Organizaciones Comunes de Mercado, entre otros retos.