La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, respondió de esta forma al ser preguntada por la crisis institucional desatada en este país con el intento de los seguidores del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador de impedir la investidura de Calderón.

Fernández de la Vega otorgó plena legitimidad a la victoria de Calderón al asegurar que en México "hubo elecciones, el pueblo habló", y el deseo de España es que el nuevo presidente, "el señor Calderón, pueda tomar posesión como está previsto y sin más altercados".

No quiso pronunciarse sobre un hipotético deterioro de la imagen exterior de México. Es un gran país, se limitó a decir, con el que España mantiene unas relaciones "magníficas".