El objetivo, según el Ministerio de Medio Ambiente, es "disponer de un instrumento más para aliviar el déficit de recursos que pueda presentarse en determinadas zonas del país por la escasez de lluvias".

Según subrayó la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, este decreto servirá para ayudar a paliar los efectos de la sequía que España "sigue sufriendo".

El Ministerio de Medio Ambiente señaló que con la legislación actualmente vigente las transacciones de agua que pueden llevarse a cabo resultan "insuficientes", por lo que la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona, consideró necesaria la aprobación del real decreto ley.

También es esencial, añadió, que las transacciones puedan realizarse a través de las infraestructuras de conexión intercuencas, como las existentes entre los embalses Negratín y Almanzora y las destinadas al trasvase Tajo-Segura, "ya que, en caso contrario, los costes de transporte del agua las harían económicamente inviables".

"La Cuenca del Segura y la de Almanzora, en una situación extremadamente delicada, serán las beneficiadas por el realdecreto aprobado hoy", aseveró Narbona, quien recalcó que, "con esta regulación optimizamos el uso de infraestructuras ya existentes".

El objetivo es aliviar el déficit hídrico de determinados cultivos leñosos, en concreto los cítricos, cuya necesidad de agua es crucial, a juicio del Gobierno, en este preciso momento, por razones biológicas, necesidad que se ve agravada ante el insuficiente aporte de agua en el año hidrológico pasado.

Además, en el área de la mancomunidad de municipios servidos mediante los recursos del Taibilla la escasez es tan acusada que es necesario contar con una mínima reserva de agua ante la eventualidad de que las precipitaciones en el inicio del invierno se reduzcan nuevamente.

El texto aprobado, concluyó Narbona, cuenta con el apoyo explícito de Castilla-La Mancha y está vinculado a la situación de sequía declarada hasta el próximo 30 de noviembre.

SEQUÍA

El departamento que preside Cristina Narbona recordó que al cierre del año hidrológico, el más seco desde que se tienen datos, las reservas, sin tener en cuenta los pantanos destinados a producción energética, se situaron en 12.257 hectómetros cúbicos, el 34% sobre la capacidad de almacenamiento.

Esta situación supone una disminución de más de veinte puntos porcentuales sobre la situación de inicio del anterior año, doce sobre la media de los últimos cinco años y nueve sobre la media de los últimos diez años.

En este inicio de año, las precipitaciones está siendo similares en cantidad a la media histórica pero las marcas aún están lejos de la precipitación media anual. "Los registros indican que nos encontramos un 30% por debajo de la situación de normalidad", subraya Medio Ambiente.

En este sentido, desde el ministerio explican que aunque las precipitaciones caídas durante los meses de octubre y noviembre han venido a paliar en parte la situación existente, "es difícil que en los próximos meses las lluvias sean tan abundantes como para recuperar el déficit acumulado".

Todo ello, alertan, hace previsible que la próxima campaña de riego no pueda ser normal, circunstancia que podría ampliarse a algunos abastecimientos a poblaciones.

Ante esta situación, "se hace imprescindible permitir que hoy sea una realidad la posibilidad de llevar a cabo transacciones de derechos del uso del agua que resulten suficientes para paliar el posible déficit de recursos de algunas zonas de nuestro país", aseveró Narbona.