De esta manera respondió la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, cuando se le preguntó en los pasillos del Congreso por el regreso, detención y posterior puesta en libertad de la exconsejera Clara Ponsatí.

Montero afirmó que lo que se vislumbra es que la situación en Cataluña ha cambiado “radicalmente” desde 2017, cuando aquellas personas que abogaban por una declaración ilegal de independencia se evadían de la justicia, se marchaban del país y se generaba una situación que era “insoportable”.

“Ahora”, expuso la ministra, “a través del diálogo” se ha logrado que la convivencia sea “francamente mejor en Cataluña y hay personas que vuelven para atender a la justicia eso es lo que tiene que ocurrir”.

Acto seguido, y sin entrar en más consideraciones, defendió que la exconsejera debe responder ante la justicia y eso pasa también por su legítimo derecho de defensa.

Desde el Gobierno ven una “buena noticia” que los “fugados” vuelvan porque se ve cómo tienen que responder ante la justicia y que eso avala, a juicio del Ejecutivo, los cambios legales impulsados en el Código Penal porque siguen teniendo que rendir cuentas por sus hechos.

No tienen información en el Ejecutivo, trasladan fuentes gubernamentales, de que Ponsatí ejerciera de avanzadilla sobre un posible regreso de Carles Puigdemont y lo enmarcan más en las situaciones personales de cada uno de los dirigentes independentistas fugados.