En su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores, el ministro, Miguel Angel Moratinos, expuso toda la información de la que aseguró que dispone sobre este asunto y concluyó que no existen indicios de ilegalidad alguna en el tránsito de aeronaves en España.

Precisó que esa conclusión se extrae, entre otras fuentes, de datos de los servicios españoles de inteligencia. Puesto que esa conclusión ya ha sido expuesta por él, juzgó sin sentido una comparecencia del responsable del CNI.

Esa comparecencia de Saiz había sido solicitada por varios grupos parlamentarios y rechazada por la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados. De hecho, Izquierda Unida ya anunció días atrás que volverá a reclamarla.

"Ha habido escalas, pero no cárceles aéreas", sentenció Moratinos, para quien existe la absoluta "certeza" de que todos esos aviones civiles estadounidenses han hecho escala "en pleno respeto a la legalidad española".

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, mantuvo sus tesis y recomendó al ministro "que no se columpie" y no descarte comisión de delitos antes de que haya finalizado una de las investigaciones que aún está en curso.

Le sugirió, además, la "reciprocidad" con Estados Unidos. Si este país reclama de los vuelos europeos la identidad completa de todo el pasaje, España también puede hacerlo con los vuelos de este país, y comprobar así la veracidad de los datos que aporta.

En su última intervención, y tras la advertencia de Llamazares, el ministro precisó que su afirmación es en virtud de la información "de la que hoy disponemos".