Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Cabanillas señaló que, con la "unanimidad absoluta y sin matices" contra el terrorismo que existe tras los atentados del 11 de septiembre, no se puede condicionar la paz a dcisiones políticas.

"Volver a plantear cuestiones políticas ligadas, paralelas o relacionadas con esa lucha, me parece francamente decepcionante", señaló el portavoz.

El Ejecutivo esperaba que el `lehendakari` abordara "dos grandes objetivos" en su intervención: la "claridad meridiana" en su lucha contra ETA y asumir que la paz "no debe tener nunca precio político".

"No existe tal problema político", ha respondido Cabanillas a Ibarretxe. "La paz se consigue acabando con ETA" y, por eso, es "eligrosamente equívoco" decir que ETA no puede ser la coartada del Gobierno para no abordar la pacificaión de Euskadi.

"Pero ¿De que pacificación estamos hablando?", se preguntó hoy el ministro portavoz. "No hay paz por ETA". Y cuando se habla de normalizar, no se deben hacer "construcciones teóricas bastante difusas y de difícil comprensión", sino garantizar los derechos y libertades de las personas. "Eso es lo que han decidido los vascos en las últimas elecciones", apostilló.

"No se puede ir a na deslegitimación de las instituciones, de cambiarlas. Hay que afrontar el principal problema y, al revés, explotar las instituciones que se tienen, desde un punto de vista democrático, para que adquieran todo su potencial. Y en eso está absolutamente decidido el Gobierno y lo lleva demostrando mucho tiempo".

Una demostración que, a juicio de Pío Cabanillas, se está haciendo en el contexto económico, en el político y en el policial, ofreciendo una colaboración a la Ertzantza que "ha dado frutos".

De ahí que el Gobierno pregunte "diálogo ¿Para qué, si ya tenemos las instituciones, si estamos hablando de lo que tenemos que hablar y lo que usted (Ibarretxe) tiene que hacer es hacer frente al problema terrorista, y decirlo claramente? Que no le duela hablar de ETA sin añadir una coletilla".