Desde el Gobierno insisten en que la polémica fue zanjada, por un lado, por la ministra de Defensa, Carme Chacón, en su entrevista con el secretario general de la OTAN, y por otro, por el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León, con el consejero de seguridad del presidente estadounidense.

Por ello, el Gobierno no cree que ese asunto ensombrezca la cumbre que la OTAN celebrará los próximos días 3 y 4 de abril en Estrasburgo y Kehl para conmemorar los sesenta años de su existencia.

Explican que, de hecho, el secretario general de la OTAN expresó a Chacón su voluntad de que Kosovo no sea objeto de debate ni una cuestión polémica en esta cumbre.

La conversación sirvió para que Chacón explicara con detalle la posición española y para que reiterara la voluntad de acometer la retiradad de las tropas de forma "escalonada" y teniendo en cuenta los intereses comunes de los aliados.

De la cumbre saldrá una declaración en la que aún se trabaja pero que reafirmará el compromiso de la OTAN con la estabilidad en los Balcanes, a lo que España se adhiere plenamente. En ello, recuerda el Gobierno, lleva trabajando 17 años sobre el terreno, 10 en Kosovo.

Se aprobará también una declaración que será el punto de partida para definir el nuevo concepto estratégico de la Alianza, que deberá tener en cuenta las nuevas amenazas y ante el que España apuesta por reforzar el diálogo en el Mediterráneo.

AFGANISTÁN

Los aliados escucharán también la propuesta de Estados Unidos para actualizar la estrategia en Afganistán y a partir de la cual se abrirá un periodo de reflexión para que cada uno de los miembros decida su modo de contribuir.

En principio, no es previsible que de esta cumbre salgan detalles sobre modificaciones de la misión en Afganistán, pero de la precisión de Estados Unidos y de la madurez del debate dependerá la posición que exprese el presidente español.

Esta cumbre, muy simbólica para la Alianza, será también el primer encuentro del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con todos los aliados, y no es descartable un encuentro con el presidente español, aunque no está cerrado.

El presidente del Gobierno inicia esa intensa agenda esta misma tarde con un viaje a Chile para participar en Viña del Mar en la Cumbre de Líderes Progresistas, que se constituyó en 1999 y en la que participan los mandatarios vinculados a partidos socialdemócratas, socialistas, socialcristianos, laboristas, liberal-progresistas y demócratas.

En Chile estará la anfitriona, la presidenta Michelle Bachelet, y también el primer ministro británico, Gordon Brown; el presidente de Brasil, Lula da Silva, y el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Después de la Cumbre de la OTAN, el presidente viajará a Praga para participar en la reunión informal de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea con el presidente de Estados Unidos.

Se trata de un primer contacto de Obama con los 27, auspiciado por la propia Administración estadounidense y la Presidencia checa, y que no sustituye a la cumbre formal prevista para el mes de junio, aunque en ese caso la UE estará representada por la Troika, es decir, la Presidencia de turno, la Comisión y el Consejo.

De fondo estará el interés de ambas partes por renovar la agenda trasatlántica, un objetivo que será prioritario en la Presidencia española de la Unión Europea, en el primer semestre de 2010.

La gira concluirá en Estambul, donde se reunirá el Foro de la Alianza de Civilizaciones amparado por el primer ministro turco y en el que se espera la participación, aún no detallada, de Obama.

Rodríguez Zapatero afronta así una intensa agenda internacional en la que no se descartan encuentros bilaterales de calado, aunque desde el Gobierno insisten en que nada está cerrado por ahora.