En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, evitó la confrontación al darse por satisfecha con la matización del ministro italiano Roberto Maroni.

De la Vega explicó que la "aclaración" de Italia ha estado precedida de un "contacto" del secretario de Estado español para la Unión Europea, Diego López Garrido, con responsables del Ministerio de Exteriores de este país de la UE.

La vicepresidenta se dio por satisfecha y reiteró que el objetivo del Gobierno es "promover una inmigración legal y ordenada, que respeta a los ciudadanos pero que está ligada al mercado laboral y que prioriza el acuerdo con los países de origen, que lucha contra las mafias y promueve una política común en la UE".

En materia de menores, De la Vega apeló al "principio de solidaridad" para paliar los problemas de hacinamiento que tienen los centros de inmigrantes de Canarias por la reciente llegada de varios cayucos con cientos de personas en situación irregular.

Subrayó que trabajo que se está haciendo "con los países de origen" para identificar a esos menores, buscar a sus familias y llevarlos de vuelta "con todas las garantías" a sus naciones para que puedan desarrollar allí su formación.

De la Vega explicó que, actualmente, el mayor número de menores se concentra en Canarias, Andalucía y Cataluña, por lo que cree necesario llegar a acuerdos con las comunidades para mejorar el sistema de atención.