El Gobierno intentará demostrar a las comunidades autónomas que han expresado su rechazo al plan que éste favorece los intereses de todas las regiones y confederaciones hidrográficas.

Para ello, utilizará como foro de debate el Consejo Nacional del Agua, donde están representadas todas las administraciones y onfederaciones.

Según Rosa Conde, el rechazo al plan manifestado por el ejecutivo aragonés es más "político que técnico", por lo que "no tiene una base sólida".

A su juicio, las políticas hidráulicas deben evitar los enfrentamientos entre administraciones y garantizar las necesidades de agua de todo el país.

Conde aprovechó la rueda de prensa que ofreció tras la reunión del Consejo de Ministros para contestar a las críticas que ha recibido durante los últimos días la política hidráulica apliada por los gobiernos socialistas.

Recordó que la capacidad de almacenamiento ha aumentado un 20 por ciento durante los últimos diez años y afirmó que se incrementará otro 10 por ciento con los nuevos embalses en construcción.

La ministra Portavoz indicó que el Consejo de Ministros debatirá sobre los contenidos del anteproyecto de Plan Hidrológico Nacional durante los próximos 30 ó 40 días.

Posteriormente lo remitirá a la Comisión de Subsecretarios y al Consejo Nacional del Agua, que presentrá las enmiendas que considere oporturnas y lo devolverá al Consejo de Ministros en un plazo de unos dos meses.

El Gobierno analizará las enmiendas y recomendaciones y aceptará las que crea oportunas antes de remitir el plan al Parlamento. Rosa Conde expresó su confianza en que tanto el Plan Hidrológico Nacional, como los planes de cuenca estén aprobados la próxima primavera.