EL GOBIERNO CREE "NECESARIO" REFORAR LOS CONVENIOS Y CCOO Y UGT AMENAZAN CON OTRA HUELGA GENERAL SI EL GOBIERNO LO IMPONE
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El vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, aseguró hoy que es "necesario" acometer una reforma de los convenios colectivos y no descartó que el Ejecutivo la incluya en el trámite de los Presupuestos Generales del Estado, eso sí, después de hablar con los sindicatos.
Las centrales sindicales creen todo lo contrario y no consideran ni necesaria ni urgente una reforma de ls convenios que, a su juicio, funcionan bien. Por ello, amenazaron al Gobierno con una nueva huelga general, aún más dura que la del 20-J, si el Ejecutivo de José María Aznar se atreve a imponer unilateralmente la reforma de los convenios.
Este es el resultado de la reunión mantenida hoy en Madrid por el ministro de Economía, Rodrigo Rato, y el de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, con los secretarios general de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, para debatir sobre la actual siuación del diálogo social y sobre la reforma de la negociación colectiva, es decir, de los convenios.
Rato aseguró que el Gobierno es consciente de las dificultades de reformar el actual modelo de negociación colectiva, que data de principios de los 80, pero insistió en que el Ejecutivo lo considera un asunto "pendiente" y "necesario" y tomará una decisión al respecto "en el nuevo periodo de sesiones", esto es, en el otoño.
No obstante, aseguró que la intención del Gobierno es debatir este asuntocon los agentes sociales, de los que dijo que están divididos en esta cuestión, en referencia a que los sindicatos no quieren la reforma y los empresarios sí.
Además, Rato insistió en que la reforma "puede subsanarse", es decir, aplazarse nuevamente o dulcificarse, con "otros pasos concretos", en referencia a que sindicatos y patronal renueven el acuerdo de moderación salarial actualmente vigente, que ha conseguido que los convenios pactados este año hayan fijado subidas de sueldos por debajo del 3%, s decir, muy por debajo de la evolución de la inflación, además de mantener la paz social en las empresas.
HUELGA GENERAL
Los sindicatos no quieren que se reforme el actual sistema de convenios y así lo manifestaron. "La negociación colectiva funciona razonablemente bien y no hay urgencia para que el Gobierno imponga una reforma", dijo Méndez, a lo que Fidalgo añadió que un reforma de los convenios sin tener en cuenta a patronal y sindicatos sería "inconveniente".
Pero el secretario general de GT fue incluso más lejos y advirtió con rotundidad al Gobierno que, si impone unilateralmente la reforma de los convenios se encontrará con un "gravísimo conflicto social", con una respuesta en la calle más dura que la huelga general del pasado 20-J.
"El Gobierno ya ha ido a por lana una vez y ha salido trasquilado, con la reforma del desempleo. Ahora la tijera ya no encontrará lana y llegará a la carne", amenazó Méndez, en referencia a una segunda convocatoria de huelga general.
Fidalgo insistióen que no cree que al Gobierno le interese mantener el actual clima de enfrentamiento e incluso de agravarlo, en caso de que siga con su actuación de decretar sin consultar con los agentes sociales, en este caso sobre negociación colectiva.
REUNION ASPERA
A pesar de que al término de la reunión, que se prolongó durante unas dos horas, Rato aseguró que había sido "positiva", el secretario general de UGT, Cándido Méndez, afirmó que se trató de un encuentro "áspero aunque franco".
Y es que el Gobirno reiteró su postura de no retirar el decreto de reforma del desempleo y únicamente habló de algunas mejoras en el trámite parlamentario, lo que no convence a los sindicatos, que insistieron en la situación de ruptura del diálogo social.
"No hemos pasado página sobre el decretazo y sus consecuencias", recordó Fidalgo, a lo que Méndez añadió que el actual momento de diálogo social es de "tensión muy alta y desencuentro muy profundo".
Con todo ello, al término de la reunión la sensación entre losresponsables sindicales y ministeriales es que cada uno había puesto las cartas boca arriba y todo se resolverá el próximo otoño.
El Gobierno quiere que sindicatos y patronal renueven el actual acuerdo de moderación salarial y paz social y podría seguir aparcando la reforma de los convenios si ésto se logra. Los sindicatos no quieren hablar de reforma de los convenios pero, tras el verano, evaluarán el desarrollo del acuerdo de moderación para su más que posible renovación.
(SERVIMEDIA)
26 Jul 2002
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