Recalcó que el IPC de ese mes fue inferior al de Alemania e Italia en ese mismo periodo, que fue del 0,4 por cien, lo que apunta a una mayor convergencia entre la inflación española y los países más desarrollados de la CE.

En su opinión, cabe esperar una evolución todavía mejor a partir del verano, porque será entonces cuando se note la diferencia con el aumento de los precios del crudo que provocó en el segundo semestre de 1990 la invasión iraquí de Kuwait.

Pérez destacó también que la inflación subyacente (excluidos los alimentos no elaborados y los productos energéticos) se situó en mayo en un 6,4 por ciento, el más bajo del año y tres décimas por debajo del registrado en el mismo mes de 1990.