Concapa presentó en marzo de este año una petición por escrito al Ejecutivo a través del Congreso de los Diputados acompañada por numerosas firmas, más de tres millones según la organización.

El Ministerio de Educación y Ciencia, en un escrito de dos folios al que tuvo acceso Servimedia, defiende el proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE) y su regulación de la clase de Religión y rechaza la petición de los padres católicos.

"Lo que propone realmente el Gobierno es que la calificación de la asignatura de Religión no compute a efectos académicos de cálculo de nota media para el acceso a la Universidad ni para la obtención de becas", explica el ministerio.

El Ejecutivo argumenta que esa asignatura es elegida "por convicciones de carácter privado", pero comporta un horario añadido a la carga lectiva común de todos los alumnos.

DISCRIMINACION

"Computar los resultados académicos, que pueden ser positivos en algunos casos pero también negativos en otros, obtenidos en virtud de esa elección, para la obtención de la media del expediente académico, a efectos de concesión de becas o de acceso a la Universidad, supondría una discriminación por razón de religión", deduce el Gobierno.

Sentencia el Ejecutivo que, en todo caso, el ejercicio de un derecho, como es el de recibir clase de Religión, "no puede suponer discriminación alguna para quien lo ejerce".

La regulación planteada, prosigue el Gobierno, respeta la obligación que tiene el Estado de ofrecer enseñanza religiosa en las escuelas derivada de los acuerdos con la Santa Sede, pero también el carácter privado de las convicciones religiosas "o la ausencia de ellas".

Para ello, recuerda el Gobierno, la disposición adicional segunda de este proyecto establece que la enseñanza de religión católica será de oferta obligatoria para los centros y voluntaria para los alumnos.

"Se hace compatible la efectiva aplicación del derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban una formación que esté de acuerdo con sus propias convicciones y el respeto a la libertad religiosa y a la libertad de conciencia, en el contexto de un Estado aconfesional", concluye.