Así lo aseguró a los periodistas el director del centro escolar, José Antonio Perteguer, tras mantener una reunión con la delegada del Gobierno, en la que le han puesto de manifiesto la inquietud de los compañeros de la víctima y la inseguridad que sienten los jóvenes cuando salen por la noche a divertirse.

En este sentido, los responsables del colegio donde estudiaba el chico han transmitido a Mestre la desprotección que experimentan estos jóvenes en numerosas ocasiones ante los porteros de las discotecas y su miedo a dirigirse a la policía, ya que piensan que no les va a prestar ayuda y que esa decisión puede incluso meterles en un lío.

En cualquier caso, el máximo responsable del centro cree que las instituciones están dando respuesta a la inquietud de los amigos y compañeros de Álvaro Ussía y remarcó que su muerte debe ser la última. "Debe haber un antes y un después en este tipo de hechos. Esto nos tiene que hacer reflexionar", dijo.

Por su parte, la delegada del Gobierno destacó la actitud "valiente y solidaria" de los compañeros y profesores de la víctima para que las instituciones puedan impedir en el futuro hechos tan tristes como el ocurrido el pasado vienres y afirmó que "hay ganas de trabajar para que esto no vuelva a suceder".

"El Gobierno va a colaborar con la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid para mejorar los aspectos jurídicos y policiales y que esto no suceda", indicó.

Los amigos y compañeros de Álvaro han convocado para el próximo viernes, a las ocho de la tarde, una concentración pacífica en la puerta de El Balcón de Rosales, donde rezarán una oración y depositarán unas flores y velas en homenaje al joven. Esta misma mañana han estado concentrados igualmente en la puerta de la Delegación del Gobierno.