La decisión se tomó tras varios informes elaborados por la Administración canaria, que desaconsejaban la puesta en marcha de este juego.

El anterior Gobierno, presidido por el centrista Lorenzo Olarte, había concedido a la empresa Sociedad Canaria para los Juegos de Azar el permiso para poner en marcha esta lotería.

Tras las elecciones, una de las primeras decisiones del Gabinete que preside l socialista Jerónimo Saavedra fue anular la anterior concesión, al detectar irregularidades en dicha sociedad, entre otros motivos.

Esta decisión coincide con la elaboración de un censo de ludópatas o adictos al juego, con el fin de poner en práctica un plan destinado a conseguir "desengancharles".