Un estudio realizado por los servicios sociales del Gobierno del Reino Unido estima que al menos 1.000 jóvenes británicas de procedencia asiática contrajeron matrimonio el año pasado bajo presiones familiares.

El informe recomienda que estas presiones sean equparadas a la violencia doméstica o los abusos a menores. El Gobierno del Reino Unido espera desarrollar un mecanismo por el que los jóvenes puedan recibir ayuda de los servicios sociales ante situaciones de este tipo.

Esta iniciativa afectará especialmente a las comunidades procedentes de países como India o Pakistán, en las que se registran los mayores índices de matrimonios forzados. Sin embargo, según apunta el estudio, será difícil conseguir la colaboración de sus líderes religiosos. Además, se hadetectado un aumento de los casos de mujeres utilizadas para conseguir visados a sus futuros maridos.

El Gobierno instará a los medios de comunicación para que las producciones televisivas hagan que las jóvenes tomen conciencia de que no deben permitir la coacción de sus padres. La campaña también irá dirigida a los profesores para que denuncien casos de niñas forzadas al matrimonio.