Este manifiesto se suma al proyecto de ley para la regulación de los trasvases aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta, que preside José Bono, para evitar nuevas derivaciones de agua desde los embalses de Entrepeñas (Guadalajara) y Buendía (Cuenca).

El proyecto de ley será remitido a las Cortes generales a través de una iniciativa legislativa que ejercerá, por primera vez en su historia, la comuniad autónoma de Castilla-La Mancha.

El presidente de la región, José Bono, calificó anoche en Guadalajara de "atropello" aprobar el nuevo trasvase de 80 hectómetros cúbicos de agua solicitado por los regantes murcianos, "cuando los embalses se encuentran tan sólo al 18 por ciento de su capacidad".

"Estamos firmemente decididos", añadió Bono, "a no consentir en silencio que se atropelle lo que consideramos que es un derecho reconocido en las leyes". Anunció que solicitará a todos los diputados en e Congreso que voten el proyecto de ley que se remitirá a las cortes generales, porque "si el Gobierno permite que se trasvasen recursos que no sobran, toda España estará en contra del Plan Hidrológico Nacional".

Bono añadió que "en Castilla-La Mancha estamos restringiendo y necesitando el agua con mucha insistencia, y no podemos consentir que se nos llame insolidarios cuando otros, posiblemente por comodidad, ven más conveniente echar las culpas al presidente de Castilla-La Mancha que pensar si ellos ienen alguna".

Como ejemplos de la escasez de agua que padece esta comunidad autónoma, Bono citó la paralización el año pasado de la actividad de Repsol en Puertollano (Ciudad Real) y el retraso de la puesta en marcha de 50.000 hectáreas de regadío en Cuenca y en Albacete.