Según los datos de la Consejería de Agricultura, el fuego arrasó este año más de 1.700 hectáreas en un total de 153 incendios forestales, 18 más que en 1992. De la superficie quemada, más de 1.000 hectáreas eran zona arbolada.

El consejero de Agricultura aseguró que más del 50 por ciento de los siniestros fueron provocados. "Lo de este año no es normal. Mientras la media en Baleares era de 300 hectáreas, este año laintencionalidad ha disparado las cifras", explicó.

Morey recalcó que el incremento en los incendios obligó al Gobierno balear a invertir este año un total de 190 millones de pesetas, 65 millones más de los previstos inicialmente.

Palma de Mallorca y Calviá fueron los municipios más afectados por el fuego, en los que más de 700 hectáreas de monte y arboleda quedaron calcinadas por las llamas.

Según el director general de Estructuras Agrarias, Fernando Garrido, los numerosos incendios en el mote de La Burguesa fueron provocados "por un pirómano que sabe muy bien lo que hace, pero descartamos por completo que haya intereses económicos detrás".