La vicepresidenta del Gobierno Balear, Rosa Estarás, explicó que el Ejecutivo está tramitando la solicitud para que varios municipios, entre ellos Manacor y Sóller, sen declarados zonas catastróficas por el Gobierno central.

Por el momento, se han aprobado ayudas a los agricultores damnificados por valor de 180 millones de pesetas. El consejero de Agricultura, Pedro Juan Morey, explicó que "los daños en el campo no han sido muy graves", aunque reconoció la pérdidas de algunos cultivos de temporada que, no obstante, "estaban en su mayoría asegurados a través de las pólizas agrarias", indicó.

Las carreteras y caminos rurales han sido los más afectados por estas nundaciones, por lo que se destinarán más de 500 millones de pesetas para su reparación, explicó el consejero de Obras Públicas, Bartomeu Reus. Otros 150 millones se dedicarán al acondicionamiento de los torrentes dañados.

En este sentido, el consejero Reus recordó la deuda contraída por el Estado con la comunidad autónoma por valor de 3.000 millones de pesetas y que corresponde a la limpieza de los torrentes después de las inundaciones de 1.989 y cuya competencia corresponde al Ministerio de Obras Púlicas.

Protección Civil mantiene la situación de alerta "L" en previsión de nuevas precipitaciones. Según informa el Centro Zonal de Meteorología de Baleares, en las próximas horas está prevista la entrada de un frente tormentoso que afectaría al archipiélago balear.