En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se negó a valorar el anuncio del líder del PP, Mariano Rajoy, de pedir una comisión de investigación parlamentaria para dilucidar "quién es Lukoil".

Es un cuestión, respondió la vicepresidenta, que deberán decidir, en su caso, los grupos parlamentarios, una vez que el PP formalice su petición.

Fernández de la Vega aprovechó la pregunta para reiterar la posición del Gobierno sobre el tema "de fondo", es decir, que es "partidario de que las empresas españolas sean fuertes y competitivas".

Es también "firmemente partidario" de que Repsol "siga siendo española" y, después de escuchar a su presidente, está claro que la propia empresa "también lo quiere así".

Pero la posición del Gobierno es "no intervenir en cuestiones que tienen que ser dirimidas por empresas privadas y sus accionistas" y, por tanto, pidió "que se deje trabajar a las empresas".

El Gobierno, concluyó, seguirá con toda atención la evolución de las posibles operaciones para garantizar "que en ningún caso se puedan ver afectados" los intereses de los ciudadanos.