Según los datos de la consejería, el aumento que ha experimentado la población de lobos en Asturias en los últimos años ha provocado un importante incremento de los daños en las cabañas ganaderas de algunas zonas de la región.

Por ello, los técnicos ejercen un control pormenorizado en las áreas del monte asturiano donde han sido vistos ejemplars de la especie. En 1992, la Administración regional abonó 100 millones de pesetas a los ganaderos por daños de las especies silvestres. De ellos, 45 sufragaron desperfectos ocasionados por el lobo.

La comunidad asturiana acoge al 6 por ciento de la población lobuna española y abona el 84 por ciento del total de daños indemnizados.

Como consecuencia de las tareas de control que ejerce la guardería ambiental de la Consejería de Medio Ambiente y Urbanismo en las últimas semanas, los técnicos han coseguido localizar y capturar siete lobeznos cuyas edades oscilan entre las dos y las cuatro semanas.

Las últimas capturas fueron en las sierras de la Serrantina y Peñamanteca, una de las zonas en las que los lobos han causado un mayor número de daños durante los últimos días, según datos de las autoridades regionales.