Según la titular de ese departamento, María Luisa Carcedo Roces, el proyecto, incluido en el programa de legislatura, pretende reducir el nivel de ruidos en toda la región y especialmente en las ciudades.

Las fuentes principales de ruido en zona urbana son el tráfico roado, el tráfico y las instalaciones ferroviarios, la industria y las actividades de ocio y festejos.

Debido a la diversidad de las fuentes potenciales de emisión de ruidos, el plan tratará de integrar las medidas sectoriales que en la actualidad se llevan a cabo y las que se pongan en marcha en el futuro, según fuentes del Ejecutivo autonómico.

La contaminación acústica proviene en la mayor parte de los casos de actividades sometidas a autorización y control municipal. Por ello, la Consejería de edio Ambiente y Urbanismo pretende elaborar un plan coordinado con las ordenanzas y disposiciones recogidas en algunos planeamientos urbanísticos de los ayuntamientos de la región.

Aunque las competencias que recoge el Estatuto de Autonomía se limitan a la ejecución de normas estatales, esta consejería estudia cada año más de mil expedientes nuevos, de los cuales un elevado porcentaje se refieren a actividades que merecen la calificación de molestas, por las emisiones de ruidos y vibraciones que genern.

SITUACION MUY GRAVE

El 48 por ciento de las ciudades españolas que tienen entre 100.000 y 500.000 habitantes y el 67 por ciento de las que cuentan con una población superior al medio millón de personas presentan una situación "grave" o "muy grave" por los niveles de ruido y vibraciones que han de soportar los ciudadanos, según un reciente estudio del Ministerio de Obras Públicas.

El informe resalta que el ruido es uno de los principales problemas que afectan al medio urbano de España. Las acividades que originan más protestas de la población por contaminación acústica son las de ocio ("pubs" y discotecas), los talleres y la pequeña industria. Le sigue en importancia el ruido generado por el tráfico.

Según un estudio de la Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, España es el segundo país del mundo con mayor índice de ruidos, detrás de Japón.

Técnicos de la Diputación de Barcelona, de los ayuntamientos de Madrid, Sevilla, Zaragoza y Bilbao, junto a expertos del Consejo Suerior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Valencia, concluyeron días atrás una normativa acústica para regular el volumen de ruido que producen las alarmas y las sirenas en las ciudades.

Esta ordenanza regula los sistemas de alarmas, tanto las que emiten señales sonoras al exterior como al interior y a centrales de recepción, así como las sirenas de vehículos de servicios urgentes.