ESTATUTO CATALUÑA

EL GOBIERNO ASEGURA QUE PP Y ERC QUERRÁN TENER PRONTO "EL HONOR DE HABER VOTADO" EL NUEVO ESTATUTO

- Fernández de la Vega asegura que el texto es "la mejor argamasa" para cohesionar el Estado autonómico y que no hay lugar "para la añagaza de la ruptura de España"

MADRID
SERVIMEDIA

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, defendió hoy la reforma del Estatuto de Cataluña y aseguró que dentro de "muy poco tiempo" todos los partidos, también los que hoy lo rechazan, "querrán tener el honor de haberlo votado".

Fernández de la Vega intervino en nombre del Gobierno al comienzo de la sesión plenaria en la que se debate esta reforma para que pueda pasar a tramitarse en el Senado.

Pese a que en un primer momento se dio por hecho que sería el presidente del Gobierno el que expondría desde la tribuna la posición del Ejecutivo, finalmente fue la vicepresidenta y a Rodríguez Zapatero no se le vió siquiera en su escaño, lo que fue duramente criticado después por el líder del PP, Mariano Rajoy.

Se mostró convencida de que, igual que ha sucedido con el de 1979, este Estatuto "dejará huella en nuestra historia", la de Cataluña y la del resto de España, y se congratuló por ello del resultado del proceso.

Felicitó en nombre del Gobierno a los partidos participantes y expresó su convicción de que, una vez aprobado, los ciudadanos valorarán los avances que contiene para el autogobierno de Cataluña.

La vicepresidenta leyó una reflexión que Amadeu Hurtado hizo cuando se debatía el Estatuto de 1932 y que fue recuperada por Miquel Roca en 1979. "Tengo la absoluta seguridad de que dentro de muy poco tiempo, menos del que todos pensamos, los que hayan votado el Estatuto y los que no lo hayan votado querrán tener todos el honor de haberlo votado. Yo lo suscribo", aseguró.

Recordó la vicepresidenta los requisitos que fueron fijados en su momento por el Gobierno y concluyó que el texto es fruto "del más profundo sentido democrático", de un acuerdo guiado por las reglas y los procedimientos previstos en el ordenamiento jurídico.

Es, por ello, "la mejor argamasa para cohesionar nuestro Estado autonómico", gracias al trabajo de los implicados, que han logrado un texto capaz de traspasar "el cedazo" del análisis crítico y pausado de la Comisión Constitucional y que, sin duda, plenamente acorde a la letra y al espíritu de la Carta Magna.

Si la Constitución es la garantía del proyecto común de convivencia entre los españoles "este Estatuto, respetándola, la fortalece", aseguró, y en consecuencia "no hay lugar para la añagaza de la quiebra del Estado o de la ruptura de España".

"TODAS LAS VOCES HAN SIDO OÍDAS"

Subrayó también que todo el proceso ha estado presidido por la voluntad de acuerdo, "todas las voces han sido oídas" y todos los partidos han tenido oportunidad de defender sus planteamientos en una Comisión que aunó la experiencia de su presidente, Alfonso Guerra, "y el buen hacer de todos sus miembros".

La vicepresidenta insistió en la tesis del Gobierno de que este texto será "excelente" para Cataluña y para España, porque facilitará que los ciudadanos se sientan reconocidos en su marco institucional y puedan desarrollar su sentimiento de pertenencia a una comunidad jurídica.

"Sólo integrando la diversidad en la unidad es posible construir una España mejor, más tolerante, más solidaria y más fuerte, de todos y para todos, sin exclusiones ni excluidos", alertó.

Recordó, sin mencionar al PP, que hubo quien tachó el texto de reforma encubierta de la Constitución, y concluyó que desde el Gobierno "hicimos lo correcto" al oponerse a ese argumento.

Se hizo, dijo, "lo exigido por la democracia", es decir, "abrir las puertas al debate, a la reflexión razonada, al argumento contrastado, al intercambio de ideas, y no nos equivocamos, tal y como ha confirmado el Tribunal Constitucional" al rechazar esa tesis del PP.

La vicepresidenta celebró que de nuevo un debate democrático haya mostrado "su potencia" para "esclarecer equívocos y deshacer falsedades".

En su intervención, Fernández de la Vega se metió de lleno en algunos de los capítulos más polémicos del Estatuto para defender, por ejemplo, los derechos que reconoce para los catalanes, con el argumento de que no merman la igualdad de los ciudadanos aunque incrementen las obligaciones de los poderes públicos en Cataluña.

Subrayó también la necesidad que había de reconocer la participación de las comunidades autónomas en las decisiones del Estado y de la Unión Europea que les afectan directamente, y de mejorar la corresponsabilidad fiscal, algo que se ha logrado con un modelo "generalizable" a las demás comunidades.

(SERVIMEDIA)
30 Mar 2006
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