A través de un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, el Ejecutivo respaldó la decisión de Estocolmo y Helsinki de pedir entrar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, “fruto de un profundo debate de sus fuerzas políticas y sociales” y de “una evaluación serena y responsable de la situación de la arquitectura de seguridad en Europa” tras la agresión militar de Rusia contra Ucrania.

El ingreso de Finlandia y Suecia, “dos democracias consolidadas”, es un movimiento que, para el Gobierno, “reforzará la OTAN, una alianza de democracias que comparten valores y principios, fundamentos de un orden internacional basado en normas”.

El Ejecutivo promete, “en estrecha consulta con las fuerzas parlamentarias”, que promoverá una ratificación rápida por la Cortes Generales de los instrumentos de adhesión. Además, asegura que España “responderá solidariamente a los retos de seguridad durante el periodo entre las firmas de la adhesión y su ratificación por los treinta Estados aliados”.

Esa respuesta solidaria, añade el comunicado, la acometerá España “teniendo también en cuenta lo establecido en el artículo 42.7 del Tratado de Unión Europea”, que establece que si un Estado miembro es víctima de una agresión armada en su territorio, el resto de Estados de la UE tienen la obligación de acudir en su ayuda.