Rafael Casas, que a lo largo de su carrera profesional desempeñó cargos de responsabilidad en empresas como General Motors España o Iberia, es considerado por algunos sectores políticos aragoneses como uno de los hombres que en la sombra facilitó el triunfo de la moción de censura socialista el pasado 15 de septiembre.

Tras el cambio de Gobierno, Casas puso su cargo a disposición del nuevo Ejecutivo de José Maro, aunque no fue aceptada su renuncia entonces, manteniéndole en su puesto. Ahora, casi siete meses después de la moción de censura, el Consejo de Gobierno acordó su cese.