Este acuerdo impulsa también el proceso de firma y ratificación de la Convención sobre Municiones de Racimo, recientemente aprobada en la Conferencia Diplomática de Dublín.

Según el Gobierno, esta decisión responde a su "firme compromiso" en el sentido de prohibir el empleo, desarrollo, producción, adquisición, almacenamiento, conservación y transferencia de las municiones de racimo.

Además de impulsar la ratificación de la Convención de Dublín, el Gobierno se comprometió a cumplir las previsiones de este acuerdo, en relación a la cooperación, asistencia internacional y la ayuda a las víctimas, sus familias y comunidades.

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación comenzará a aplicar este acuerdo a la mayor brevedad posible, para que España firme la Convención en Oslo el próximo 3 de diciembre de 2008.

Igualmente, el acuerdo establece que la ministra de Defensa dará las órdenes necesarias para se dé cumplimiento inmediato a lo estipulado en la Convención sobre municiones de racimo en posesión de las Fuerzas Armadas españolas, de modo que quedará prohibido su empleo, adquisición y desarrollo y, en breve, se iniciará la destrucción de la munición almacenada.

Igualmente, el ministro de Industria, Turismo y Comercio deberá adoptar las medidas oportunas para hacer efectiva la prohibición de importación, introducción, exportación y expedición de municiones de racimo establecida por la Convención.

El acuerdo contempla también que el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación dé las instrucciones oportunas para incorporar a las políticas de cooperación las previsiones contempladas en la Convención.