El texto incluye una clasificación de onas según el riesgo potencial de incendio que sufren y diferencia cuatro tipos de siniestros en función de su gravedad, atribuyendo a cada uno un nivel que va del 0 al 3.

Asimismo, obliga a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos a incluir en sus planes contra incendios aspectos relacionados con la detección, extinción y aviso, apoyo sanitario, evacuación y albergue, información a la población y apoyo logístico.

El plan estatal derivado de esta directriz incluirá una base de datos y mapade riesgos del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza.

Respecto a los planes elaborados por las comunidades autónomas, deberán ser homologados por la Comisión Nacional de Protección Civil.

Un Comité de Dirección formado por un representante del Ministerio del Interior y otro de la comunidad autónoma correspondiente coordinará ambos planes.