El Ejecutivo dará con toda probabilidad su visto bueno a este proyecto de ley catorce meses después de paralizar por dos años algunos aspectos de la Ley de Calidad (LOCE), que fue aprobada por el Gobierno de José María Aznar en 2002.

De esta forma, el texto iniciará su andadura parlamentaria en el próximo periodo de sesiones, con el objetivo de que entre en vigor antes de que finalicen esos dos años de paralización de la normativa popular.

El pasado mes de septiembre, el departamento que dirige María Jesús San Segundo repartió entre la comunidad educativa un documento sobre el que pretendió abrir un proceso de debate para, finalmente, redactar una ley "para todos y entre todos".

DIVISION

Sin embargo, pasados estos meses, la división en la comunidad educativa se escenificó en la sesión del Pleno del Consejo Escolar del Estado que debía estudiar el anteproyecto de ley y emitir su preceptivo informe.

En aquella sesión, ocho organizaciones denunciaron la falta de diálogo, mientras que el resto de la comunidad educativa destacó la actitud dialogante del Ministerio de Educación.

A continuación, el Consejo de Estado emitió su preceptivo dictamen y despejó muchas de las dudas levantadas por algunas organizaciones en relación con la constitucionalidad del anteproyecto.

Sin embargo, el informe elaborado por esta institución pone reparos a algunas cuestiones relacionadas con los conciertos educativos y con el sistema de repetición de curso, pues los alumnos que suspendan dos asignaturas pasarán al siguiente nivel, al igual que los que no superen tres materias, en este caso con el visto bueno del claustro de profesores.

Además, de mantenerse lo establecido en el anteproyecto, el Gobierno creará una nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía que se impartirá en algunos cursos de Primaria y Secundaria.

Por último, en relación con la asignatura de Religión, la ministra María Jesús San Segundo se ha mostrado partidaria de que sea una asignatura de oferta obligatoria para los centros pero optativa para los alumnos.