Estos compromisos se derivan de las ayudas concedidas a los agricultores con la finalidad de mejorar la eficacia de las estructuras agrarias mediante un sistema de subvenciones directas y/o de bonificaciiones de intereses, dirigido prioritariamente a las explotacones familiares, los agricultores jóvenes y la acción cooperativa.

Todo ello, conforme a la acción común, prevista en el Reglamento del Consejo de la CE número 797/1985, de 12 de marzo. Estas ayudas son gestionadas por los órganos competentes de las comunidades autónomas y posteriormente financiadas prácticamente en su totalidad con cargo a los Presupuestos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, lo que ha originado que las subvenciones concedidas superarán a las dotaciones disponibles, ceando en consecuencia una necesidad presupuestaria en el IRYDA.

En la actualidad, esta situación ha sido ya superada dodo que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación elaboró un nuevo programa de ayudas para corregir la problemática y limitaciones del anterior, y que se encuentra recogido en el Real Decreto 1887/1991, de 30 de diciembre, actualmente en vigor.