La norma establece unas especificaciones técnicas de ámbito europeo que recojan y consideren peculiaridades de los sistemas ferroviarios de los diferentes Estados de la UE, armonizándolos y haciéndolos compatible.

La necesidad de armonizar los diferentes sistemas y el conjunto de normas técnicas que se aplican a los ferrocarriles en los países miembros de la UE motivó la adopción de una directiva comunitaria en la que se establecen unos requisitos esenciales aplicables al sistema ferroviario transeuropeo de Alta Velocidad.

Según el Ministerio de Fomento, la forma de integrar la red española en la europea es aportar una malla coherente y funcional que conecte a diferentes velocidades y con parámetros istintos al conjunto de las comunidades autónomas entre sí y con la red europea.

En cuanto a las infraestructuras que formarán el sistema ferroviario transeuropeo de Alta Velocidad se incluirán líneas especialmente construidas para la Alta Velocidad equipadas para velocidades iguales o superiores a 250 kilómetros por hora y líneas acondicionadas para la Alta Velocidad equipadas para velocidades del orden de los 200 kilómetros por hora.

También se incluirán líneas acondicionadas para la Alta Vlocidad de carácter específico debido a dificultades topográficas, de relieve o de entorno urbano cuya velocidad deberá ajustarse a las circunstancias.