Lo anunció el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado en el Palacio de La Moncloa, en la cual proclamó que el de hoy es un “día importante para la cultura y para nuestro país”.

Iceta explicó que el anteproyecto, en el que también se ha involucrado el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, permite cumplir uno de los compromisos recogidos en el Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia, y añadió que ahora comienza un trámite de audiencia pública y conversaciones con representantes del sector, antes de su aprobación definitiva en el Consejo de Ministros para su posterior tramitación parlamentaria.

El ministro expuso que este texto renueva a la ley actualmente en vigor, con una vigencia de 15 años, con el fin de adaptar al sector a los cambios habidos en este tiempo a través de una perspectiva holística, al abarcar toda la cadena de valor del cine: las ideas, los guiones, los proyectos, los contratos, las filmaciones, la exhibición y la explotación de todas las obras.

A su vez, comentó que la redacción del anteproyecto se alinea con las normas europeas al abarcar todas las aristas de una cultura que “cada vez es más diversa”, ya que engloba al “cine, la televisión, las series, las plataformas y las salas de cine”.

Esto le sirvió de preámbulo para detallar que la norma refuerza la importancia del patrimonio audiovisual, algo que ilustra la declaración de la Filmoteca Española como Bien de Interés Cultural (BIC); incorpora una “especial mención” a las lenguas cooficiales de España, consagrando con carácter permanente el fondo de promoción de la cinematografía en ellas, recogido en los Presupuestos Generales del Estado (PGE); añade la obligación de forjar, a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), de un plan estratégico cuatrienal de cuyo desarrollo deberá darse cuenta anualmente; y sienta las bases para la creación de un consejo estatal de cinematografía y cultura audiovisual.

Por su parte, Iceta aseveró que esta norma nace con la pretensión de “perdurar en el tiempo”, abriendo la puerta al desarrollo posterior de varios detalles normativos, de forma que se puedan adaptar año a año sin necesidad de cambiar la ley, preservar el patrimonio y fomentar el diálogo y la colaboración entre el sector y las administraciones.

El anteproyecto incorpora la necesidad de que las ayudas valoren transversalmente en todas sus convocatorias el fomento de la igualdad de género, la sostenibilidad e impacto ambiental, la contribución a la transición digital y la incorporación de medidas de accesibilidad universal.

También amplía el campo de posibles ayudas y subvenciones con nuevas convocatorias, como las dirigidas a patrimonio audiovisual, a laboratorios de desarrollo o formación, entre otras.

Del mismo modo, se crean nuevas ayudas para promover la diversidad a través de la distribución de películas de difícil difusión en espacios alternativos o en Internet y ayudas a la distribución internacional.

Por otro lado, Iceta llamó a “sentirse muy orgullosos de nuestro cine”, máxime en un momento en el que han coincidido en el tiempo la aprobación de este anteproyecto, la ceremonia de los Goya, la participación de dos películas españolas en la sección oficial del festival de cine de Berlín y las cuatro candidaturas españolas a los Oscar.

Todo ello constata, desde su punto de vista, que “el cine se ha ganado un respeto y un reconocimiento internacional”, lo que le permitió sugerir que “parece que nos aprecian más desde fuera que dentro.

Por ello, animó a la ciudadanía a “desmentir” ese aserto, al tiempo que transmitió que el cine es “una industria que genera empleo” y que aporta un “importante valor añadido a nuestra cultura y a nuestro patrimonio”.

Por último, Iceta proclamó que “la cultura ha demostrado que es segura”, por lo que recomendó “ir al cine”, ya que haciéndolo “seremos más sabios y más felices”.