De hecho, las mismas fuentes han puesto de manifiesto que si se aplicaran todas las propuestas que el Gobierno baraja, y algunas de las medidas que ya ha comenzado a aplicar, se podría llegar a rebajar el déficit público por debajo del3%, acercándose al 2,5%.

Entre estas propuestas con un impacto reductor del déficit se encuentran, además de la introducción de una tasa para las autovías o de un "ticket sanitario", la actualización de balances, que tendría un efecto recaudatoria inmediato para 1997.

A ello se suman los recortes de gasto que derivarian de la congelación de salarios de los funcionarios, la reducción de los subsidios a empresas públicas, así como de la inversión pública y la reducción de las compras de bienes y sevicios.

Además, habría que añadir algunas medidas barajadas como la reducción de la deducción en el IRPF por gastos médicos, o acuerdos específicos como el alcanzado con las farmacias, que podría suponer un ahorro de 40.000 ó 50.000 millones, se podría llegar a alcanzar un recorte total del gasto próximo a 1,250 billones de pesetas.

Aunque esta es la cantidad que se necesita recortar para situar el déficit en el 3%, la mayoría de los analistas creen que la mejora de la coyuntrura económica aportaía por sí misma un recorte adicional en torno a los 300.000 ó 400.000 millones de pesetas, lo que daría un mayor margen para el cumplimiento del objetivo de deficit.

Según las fuentes citadas, en el Partido Popular se ha impuesto abrumadoramente el criterio de que el cumplimiento de los compromisos de Maastricht y la incorporación de nuestro país a la primera velocidad de la Unión Monetaria (UM) es hoy el factor principal para un aumento futuro de las expectativas electorales del PP, y por tanto, su pincipal objetivo en este momento.

TAMBIEN SE FORZARA LA INFLACION

Desde esta perspectiva de empeño para acceder a la UM en el primer momento, el Gobierno parece decidido a forzar una reducción de la inflación para 1997, especialmente tras el impacto inflacionista que derivará de la reciente subida de los impuestos especiales, y que podría cifrarse en un 0,1 ó 0,2% en la tasa interanual del IPC.

Sin embargo, el Gobierno es consciente de que la Unión Europea tomará como medida la inflación media e 1997 de cara a la evaluación del grado de cumplimiento de este criterio, lo que hará que el impacto de la subida de impuestos se diluya en 1997 a partir del mes de agosto.

En esta línea de reducción de la inflaciónse dirigen también los anuncios de congelacion y reducción de algunas tarifas, como las telefónicas, las eléctricas e incluso las de las autopistas, que podría ser la contrapartida por el establecimiento de un "peaje" en las autovías, aunque ello podría traer aparejadas algunas tensiones cn estos sectores.