En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la ministra de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez, afirmó que la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo es “una mejora que ya hoy está en vigor, y goza de la fortaleza y de la legitimidad que otorga la Constitución al diálogo social, en el desarrollo de las decisiones que afectan al crecimiento social y económico del país”.

Además, dijo, es “muy importante” porque “hemos recuperado el diálogo en las relaciones laborales, aquello que se rompió de manera unilateral, y esto tiene un valor en sí mismo que no se puede desdeñar”.

La coalición trabaja así para ganarse el apoyo parlamentario, principalmente, de ERC, PNV y Bildu, que todavía siguen, públicamente, asentados en el rechazo a apoyar la norma tal cual salió del Consejo de Ministros.

Ante este escenario, la posición del Gobierno es la de demandar a todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria el apoyo a ese decreto "en aras al mantenimiento de la seguridad jurídica, del avance en los derechos de los trabajadores, y de la importancia de recuperar algo tan arraigado en el anclaje de las relaciones laborales como es la necesidad de que éstas vayan de la mano del interés de los trabajadores y, también del interés de los empresarios”.

SOCIOS Y PP

“Esto lo tenemos y hay que valorarlo”, ahondó la portavoz, para después añadir que “el Gobierno lo que defiende es que esta reforma, que tanto trabajo ha costado también sacar adelante, cuente con el apoyo mayoritario de todos los grupos políticos”. Y lo demandó, “desde luego, a aquellos con los que tenemos más afinidad, cuestión ideológica y de país”, pero también al principal partido de la oposición.

“Nos gustaría contar con el PP en esta reforma” porque, defendió la portavoz, “fue un error imponer la reforma (laboral de 2012) y sería un doble error oponerse ahora a una reforma pactada” con los agentes sociales.

Así las cosas, demandó a la “inmensa mayoría de los grupos que apoye esta reforma” y les instó a “escuchar que lo están demandando también” los sindicatos y la patronal. Por ello, se mostró convencida de que esa “escucha activa dará sus frutos”.

El Ejecutivo es consciente de que ahora mismo no cuenta con el respaldo necesario en el Congreso para la necesaria convalidación de la reforma laboral, pero fuentes de La Moncloa se muestran seguras de que se aprobará el texto “tal cual” salió del diálogo social y enmarcan en un segundo capítulo de la reforma laboral todos los aspectos que los partidos están demandando para apoyar el texto.

Para Rodríguez, “lo importante es la recuperación del acuerdo en el marco de las relaciones laborales” porque “eso es algo muy grave que ocurrió en nuestro país, que el Gobierno de forma unilateral decidió imponer una reforma laboral y hemos recuperado el hilo entre empresarios y trabajadores, en definitiva, la conciliación de los intereses para que a las empresas les vaya bien y los trabajadores tengan reconocidos sus derechos en el desempeño de su trabajo”.

“Esto es muy importante y conviene no perder de vista lo importante del detalle”, ahondó antes de resaltar que el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, alababa la “forma en la que España había abordado la reforma laboral y cómo era acordada y como participada del diálogo social”.

“Eso es algo que tiene que ser atendido y reflexionado por los todos los grupos políticos”, insistió Rodríguez cuando se le preguntó por peticiones de los partidos como el caso de los nacionalistas vascos, y se mostró convencida de que formaciones “como el PNV, con la responsabilidad y la historia que tienen, van a atender a la importancia de esta circunstancia a la hora de tomar la decisión”.

CATALUÑA

Por otra parte, pregunta por las últimas declaraciones del líder de ERC, Oriol Junqueras, y las posibilidades de un referéndum en Cataluña, Rodríguez sostuvo que la posición del Gobierno se conoce y puso en valor los “grandes avances” de los últimos años entre las formaciones políticas tras el 'procès'.

La portavoz ensalzó la importancia de haber “recuperado el diálogo entre administraciones” y el “afecto” entre catalanes y de éstos con el conjunto de España.