Esta intención, que hizo pública el Gobierno andorrano hace unos meses, tendrá que esperar, no obstante, a la celebración de las próximas elecciones del Principado, previstas para los primeros días del próximo mes.

Ribas precisó que "se mantiene l intención de liberalizar la instalación o domiciliación de sociedades extranjeras, concretamente la banca y entidades privadas financieras", aunque resaltó que esta apertura "no será nunca de manera indiscriminada, sino de forma selectiva".

"Apertura sí pero con prudencia", indicó Ribas, que añadió que "aquellas sociedades extranjeras interesadas en introducirse en la economía de nuestro país deberán demostrar que con su llegada aportan algo nuevo económica y culturalmente y desde luego algo rentablepara Andorra".

El cambio de legislatura se producirá, según Ribas, en los primeros días del mes de enero, y a partir de entonces se iniciará el proceso de apertura económica de este "paraíso fiscal", que en la actualidad sólo permite la presencia de sociedades extranjeras si cuentan con el apoyo de una sociedad ya instalada y preferentemente local, como ocurre con La Caixa o el BBV.

El jefe del Gobierno andorrano dijo que no dispone de la relación de posibles entidades financieras que están intersadas en introducirse en el Principado y añadió que en cualquier caso "no creo que Andorra se vea afectada por este cambio, ni por el color político que tenga el vencedor de las próximas elecciones".

Para Ribas, Andorra "ya no es un paraíso fiscal, al menos como se entienden otros paraísos fiscales en el mundo, y prueba de ello es que nos protegemos de inversiones extranjeras".

"Sea como sea, es voluntad de este gobierno mantener un régimen fiscal diferenciado del resto de países de nuestro entoro", agregó el mandatario andorrano.