Según los acuerdos alcanzados, los médicos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y de las mutuas de trabajo podrán declarar cuándo una enfermedad que sufre un trabajador es consecuencia del puesto de trabajo que ocupa, algo que hasta ahora sólo podía hacer el empresario.

Además, tendrán la posibilidad de actualizar el listado de enfermedades profesionales, según vayan detectando nuevos casos y confirmando que su origen es laboral.

Otra de las principales novedades, además de las ya mencionadas, será la introducción de las recomendaciones que la UE aprobó en 2003.

Hasta ahora, los empresarios prácticamente sólo declaraban las enfermedades profesionales cuando éstas estaban relacionadas con alteraciones musculares o del esqueleto (un 80% de las casi 25.000 declaradas). En la gran mayoría de los casos, no se reconoce el origen laboral de las dolencias, ya que éstas son de larga duración y el empresario no quiere hacerse responsable.

No obstante, a partir de la aprobación del listado, que previsiblemente tendrá lugar hoy, los médicos del INSS y de las mutuas serán los que decidan el origen de las enfermedades.

INVESTIGACION

Además, los médicos del Sistema Nacional de Salud (SNS) podrán abrir un "trámite de sospecha", cuando crean que la dolencia de un paciente puede estar causada por su trabajo, para que sea investigado por el INSS.

El nuevo listado incorpora también los casos de cánceres que hasta ahora estaban excluidos. En resumen, el nuevo compendio de enfermedades incluye todo lo que contenía el de 1978 más la recomendación de la UE y el listado de cánceres, y se complementará con las actualizaciones que vaya introduciendo el INSS.

La renovación de la lista también quiere romper con la dinámica de los últimos años, en los que las estadísticas no dan información sobre las enfermedades profesionales, según indicaron fuentes sindicales.

Asimismo, propone la creación de un sistema de arbitraje para solucionar las posibles discrepancias médicas entre los especialistas del SNS y del INS.

Hace ocho años comenzaron los trabajos para renovar el listado. En 1998 se creó el grupo de trabajo para actualizar el cuadro y en diciembre de 2002 la mesa de diálogo social alcanzó los primeros acuerdos.