"La voluntad de avanzar lo más posible en la delimitación de los asuntos objeto del acuerdo" es el motivo del aplazamiento, según el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

En todo caso, el Ejecutivo está manteniendo reuniones bilaterales con los interlocutores sociales con el objetivo de llegar a un acuerdo "en fechas inmediatas".

El Gobierno mantiene, en palabras de la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, su intención de que el acuerdo llegue antes de que acabe julio, aunque el titular de Trabajo, Celestino Corbacho, ya ha abierto la posibilidad de que el pacto se alcance en agosto o incluso después del verano.

Los sindicatos CCOO y UGT y las patronales CEOE y Cepyme recibieron el pasado lunes de manos del Gobierno un nuevo borrador de acuerdo con algunas modificaciones respecto al texto inicial, principalmente en lo referente a la prestación para los desempleados que hayan agotado el paro y los subsidios.

En este caso, el Ejecutivo abría la posibilidad a que el programa de ayudas se prorroge en función de la evolución de la economía, aunque la duración de la prestación seguiría siendo de seis meses.

El otro punto clave de la negociación es la rebaja de las cotizaciones sociales, donde el Gobierno está dispuesto a subir la reducción del 0,5% propuesta inicialmente, pero no ha concretado, al menos por escrito, cuál sería el límite.

Los empresarios, encabezados por el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ya han anunciado que serán "flexibles" en sus reclamaciones y que podrían aceptar una rebaja de dos puntos (frente a los cinco que pedían), pero siempre que el acuerdo incluya otras materias que mejoren la competitividad de las empresas.

De cualquier forma, Corbacho dejó ayer claro que tanto la reducción de las cotizaciones como la nueva prestación deberán ser temporales, y que se revisarán cuando se considere que la crisis está superada.