El Ejecutivo dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero tiene "como uno de los ejes fundamentales de la política exterior" la "defensa y promoción" de los derechos humanos.

Además, los servicios diplomáticos gubernamentales, "de conformidad con este marco general", siguen "con mucha atención la situación de los derechos humanos de la población saharaui".

De hecho, "el Gobierno se ha interesado muy especialmente por la situación de los derechos humanos tanto en territorio del Sáhara Occidental como en los campamentos de Tinduf y ha transmitido en numerosas ocasiones la importancia de que sean respetados, de conformidad con la legislación interna y los principales instrumentos jurídicos internacionales en la materia".

El Ejecutivo además ha expresado a las autoridades marroquíes la necesidad de que los derechos individuales de los saharauis sean respetados y que las informaciones que se faciliten sobre detenidos y procesados "sean tratadas con transparencia". El Gobierno español defiende estos mismos principios en las instancias europeas que hacen el seguimiento de la situación en el Sáhara Occidental.