El adjudicatario deberá concretar la metodología y realizar una campaña de medidas (al menos 8.000 llamadas de prueba por operador) que permita cuantificar los niveles de calidad de servicio relativos a los aspectos de llamadas no completadas, llamadas interrumpidas y calidad de la voz.

Se contemplan cuatro escenarios: grandes ciudades (más de 500.000 habitantes), ciudades medianas (entre 10.000 y 500.000 habitantes), zonas rurales y principales rutas de comunicación.

Con todo ello se pretende disponer de medidas comparables de los niveles de calidad obtenidos por cada operador en la prestación del servicio telefónico móvil para su posible publicación dirigida a los usuarios finales.

Además, se quiere tener una referencia de la situación actual que pueda ser tenida en cuenta en la tramitación del nuevo marco regulador de la calidad de servicio, el cual deberá normalizar la obtención y publicación de dichos datos.

NUEVO MARCO

El Gobierno trabaja ya en la futura Orden Ministerial que deberá sustituir a la normativa de 1999 que actualmente está vigente.

El nuevo marco introducirá mejoras en la información de calidad, garantizará unos niveles mínimos en la prestación de los servicios básicos y contemplará compensaciones en caso de incumplimiento, a través de su adecuada inclusión en los contratos tipo entre operadores y usuarios.

Además, exigirá que la facturación al usuario se realice con las máximas garantías de fiabilidad y asegurará un tratamiento adecuado de las grandes averías, a fin de que desde la Administración se pueda realizar un seguimiento puntual que permita, llegado el caso, arbitrar las medidas de emergencia que fuesen necesarias.

De esta forma, se fijarán los nuevos niveles mínimos de calidad de servicio a los operadores designados para la prestación del servicio universal: conexión a red más servicio telefónico fijo, cabinas y servicio de consulta telefónica sobre números de abonado.